Tinaco

Depósito de agua.

En todo Méjico, en todas partes, allá donde las casas cuentan con agua corriente, cuentan también con un TINACO». Como parece natural, estos artefactos no tienen un propósito estético.  Se trata de una necesidad derivada de la irregularidad general del servicio de suministro.  El agua cae unos días sí y otros no, a unos horas sí y a otras tal vez.  Nada es seguro.

Los TINACO»S normales y corrientes se colocan en la parte más alta de la casa.  No habría razón para hacerlo de otro modo y tener que recurrir a bombas y otros gastos.  Sólo que el vecino sea un tipo realmente pudiente podemos encontrar una combinación de TINACO» aéreo y aljibe.  De hecho, creo que los aljibes no son considerados TINACO»S.  En cualquier caso, tampoco nadie los llamará aljibes, porque nadie conoce esta palabra.

Pero a lo que íbamos.  Los TINACO»S son ubicuos.  Nadie se gasta dinero en cubrirlos o disimularlos.  Están a la vista de todos.  Las casas tienen paredes, puertas, ventanas y un TINACO».  Así deberían pintar los niños mejicanos sus caricaturas de una casa.

Los TINACO»S más antiguos son de fibra de cemento;  los típicos cubos de bordes redondeados o los aún más siniestros cilindros acostados en los que destaca una chepa donde está la tapadera del tanque.  Los más modernos son negros con forma de enorme tintero cilíndrico y fabricados en algún tipo de material plástico liviano y resistente.

La verdad es que ninguno de los dos tipos podría calificar como elemento con valores estéticos en un certamen de decoración.

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