Ahorita mismo

Expresión que invita a la espera.

Se trata de una de las expresiones cumbre de la forma de entender la CORTESÍA en Méjico;  la forma lo es todo, el fondo sujeto a interpretación; lo que pueda ofender no debe mencionarse, no debe pensarse. 

AHORITA MISMO parece decir “ahora” porque así suena. Pero realmente no dice nada sobre cuándo se producirá eso que se espera o por lo que se ha preguntado.  Si pudiera decirlo, lo diría de otra manera.

En cierta forma, AHORITA MISMO es una fórmula secreta mediante la que se dice lo contrario de lo que se entiende en primera aproximación.  Se envía el mensaje, pero lo que es aún más importante, se mantienen las formas y se asegura la paz social.   Este sí pero no, ahorita pero más tarde, es típico del hablar mejicano y la principal fuente de confusión, frustración y enojo para cualquiera que no haya sido iniciado en sus arcanos.

La cosa se complica por la profunda conciencia clasista del país.  AHORITA MISMO es una expresión tanto menos cierta y más usada cuanto mayor es la diferencia social o la distancia formal entre los interlocutores.  Un “inferior” evitará siempre, por todos los medios ofender al “superior”.  Si la verdad ofende es preciso usar una mentira piadosa, algo que postergue el conflicto, mostrar sumisión y empatía.

Todo lo anterior es suficiente para sacar de sus casillas al español más tranquilo, incapaz de entender o justificar semejante forma de cinismo e hipocresía como fórmulas de CORTESÍA de uso general.Para evitar la desesperación, es preciso entender lo que está detrás de estas fórmulas diplomáticas.  Cuando a alguien se le contesta “AHORITA MISMO” se le están diciendo varias cosas:

  •          Reconozco que lo que se me pide debería ser posible.
  •          Sin embargo, o bien no es posible ahora y no tengo ni la más remota idea de cuando lo será,  o simplemente no puedo hacerlo y cualquier otra cosa que le diga va a poner en evidencia a alguien con quien no tengo la más mínima intención de tener problemas.
  •          Además, en menos tiempo que el que me llevaría dar explicaciones, entrar en discusiones, posiblemente enfrentarnos y seguramente recuperarnos de todo lo anterior la cosa será evidente para usted y yo me habré ahorrado el tener que decírselo.

La comprensión de los matices sólo se gana con la experiencia.   En cualquier caso lo importante es no perder la paciencia.

–      Señorita, tenía una cita a las once y ya son la una de la tarde.  ¿Cuándo me recibe el doctor?.

_        Ahorita mismo está el doctor con usted.

–      Es la tercera vez que me lo dice.

–      Sí lo lamento, pero por favor siéntese que ahorita mismo está con usted”.

Ver CORTESÍA, NO, YA MERO.

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